Un poco de historia sobre las ecuaciones de segundo grado

El recorrido en la historia de la resolución de las ecuaciones polinómicas nos lleva hoy a India y los países árabes.

Con la caída de la Biblioteca de Alejandría como momento clave, los matemáticos europeos entraron en el letargo de la Edad Media. Mientras tanto, las matemáticas siguieron evolucionando en países como la India y Arabia. Bragmagupta (589-670d.C) fue el primero en referirse explícitamente a los números negativos como solución a la ecuación. Los negativos eran como “deudas” frente a los positivos que eran como “fortunas”. El libro dónde todo esto estaba escrito se llamaba: Kitab al-jabr wa almuwabalah.  

Al Kjwarizmi fue astrónomo, geógrafo y matemático. Determinó las primeras reglas del cálculo algebraico: la transposición de los términos de uno a otro miembro de una ecuación, previo cambio de signo, y la anulación de términos idénticos en ambos miembros. También estudió las ecuaciones de segundo grado. Este libro supone la primera inclusión del álgebra en el mundo musulmán, después de haber recorrido un largo camino que desde Babilonia la había llevado a la India y a Grecia. Todavía no se emplean símbolos para refererise a las incógnitas, sino que se hace una descripción literal: “dos veces una cosa menos el cuadrado de esa cosa…”

Se resuelven ecuaciones de primer grado y de segundo, con un método prácticamente idéntico al que usamos hoy en día. Sin embargo, la solución no apareció en Europa hasta el s. XII, en el libro Tratado de Medidas y Cálculos, del matemático judeo-español Abraham bar Hiyya Ha-Nasi. Siglos después, todos los libro de matemáticas de secundaria incluyen la fórmula.